Uno de los rasgos más característicos del quehacer literario de Carlos Liscano (Montevideo, 1949) es la conversión del ejercicio de escribir en un acto de fuerza, en una tensión que pugna contra otra: se observa en sus textos una confrontación continua entre el deseo de expresarse por la escritura, la conciencia de la dificultad del acto de creación literaria y el deber ético −hacia sí mismo y hacia el medio social− de no perder una cierta memoria de la Historia y de la historia personal. En el presente volumen se propone una lectura de esta modalidad discursiva capaz de representar dos aspectos de la escritura del autor. El primer eje consiste en reflejar la constante labor que lleva adelante Liscano para depurar sus textos de una interpretación sociopolítica explícita acerca de un periodo histórico caracterizado por una doble desterritorialización de la cultura: la diáspora posterior al Golpe de estado de 1973 y la escritura de los intelectuales que vivieron la experiencia del insilio in patria. La producción literaria de Liscano abarca ambas dimensiones y en ella se reflejan sin cesar las preocupaciones estéticas y conceptuales del artista, que representan el segundo eje del presente estudio: el problema de la creación, como ejercicio mediante el que el escritor intenta acceder a la comprensión de sí mismo.