La cultura occidental que ha vivido la fase del tránsito del siglo XX a la presente centuria se ha caracterizado por una continua recomposición de las figuras del “aquí” y del “alla”, según una tendencia –particularmente difundida en el ámbito hispanófono– que ha determinado la superación del concepto de frontera espacial, así como la disolución de la idea de identidad nacional. Ante este nuevo estatus de difuminación de lo autóctono, en el que las escenas globalizadas protagonizadas por los intelectuales contemporáneos se convierten en sitios de alta volatilidad, la obra de Leonardo Rossiello Ramírez (Montevideo, 1953, afincado en Suecia desde finales de los años setenta) refleja un mundo en que los individuos viven equilibrios geo-culturales inestables que conducen a la elaboración de motivos literarios supranacionales y desvinculados de todo anclaje al territorio. En el presente ensayo, que analiza parte de la produción cuentística de Rossiello Ramírez además de su primera y tercera novela, se intenta demostrar cómo la “palabra sin centro” de la narrativa rosselliana representa un conjunto de formas de vida polígamas respecto del lugar: esto –sin embargo– no lleva al escritor a dibujar una trayectoria vital y literaria apátrida, sino más bien a presentar una propuesta artística en que el desarraigo del espacio físico refleja una postura que apunta a una “des-territorialización” consciente de la escritura.