Este trabajo, que tiene la pretensión de combinar la investigación y la teorización empírica, se sitúa en el contexto de la llamada pedagogía del entrenamiento; es decir, la rama de la pedagogía deportiva que quiere repensar la práctica del entrenamiento deportivo en su conjunto, tanto desde el punto de vista de la ética como de la cultura, desarrollando metodologías para la formación de los entrenadores centradas en modelos pedagógicos reales y concretos que integran los modelos puramente psicológicos y “tecnificados” que son utilizados actualmente en la formación de estos profesionales. Por lo tanto, la investigación desarrolla una tendencia cultural que hace hincapié en la necesidad de una formación pedagógica y ético filosófica más profunda de los entrenadores deportivos. Se sabe que no prestar atención a la dimensión filosófica y pedagógica no solo impide el reconocimiento de la función educativa del entrenador (degradado en su profesionalidad, a menudo reducido a mero aplicador de simples técnicas), sino también el desarrollo de una verdadera tecnología del entrenamiento: es decir, una ciencia teorético-práctica y crítico-reflexiva que utiliza el conocimiento de todas las ciencias del deporte, equilibra las contribuciones de dichas ciencias en la formación del deportista y no descuida la dimensión ética y comunicativa. La figura del entrenador es compleja. Así, el entrenamiento aparece como una práctica humana profundamente marcada por la complejidad que requiere de un enfoque sistémico para entenderla en su plenitud. Este libro se coloca, por lo tanto, en el contexto cultural de aquellos que no solo pretenden reconocer el papel central del entrenador poniendo de relieve la importancia del entrenamiento como variable que afecta el proceso de formación y transmisión de valores en los atletas, sino que también quieren eliminar (a través de la conciencia crítica) las causas que impiden al entrenamiento transformarse en una práctica auténticamente pedagógica.